TONTO ALFA (HISTORIA OMEGAVERSE)

— Aroma favorito —
Bullicios y llantos se escuchaban dentro de un pequeño salón de clases y no era de extrañar, pues era el primer día de clases para los niños de primer grado en kindergarden, por lo que era difícil para los pequeños cachorros procesar el sentimiento de la separación con sus padres. Las puertas ya habían sido cerradas y algunos niños abrazaban fuertemente las prendas que les habían dejado sus progenitores, prendas que las maestras habían solicitado a cada padre que le dieran a sus hijos para que no se sintieran abandonados y surgieran problemas durante su estancia en la institución. Mientras los demás niños se mantenían en su tristeza, un pequeño niño de cabello negro y piel blanca veía con detenimiento el suéter que su madre ChaeRin le había dado, la prenda tenía como estampado una boca con la lengua afuera, el niño ladeó su cabeza y volteó la prenda buscándole forma al dibujo, sus piernas se movían de un lado a otro al no alcanzar en su totalidad el suelo, dejó el suéter en la mesa mientras se colocaba encima de la prenda con los brazos extendidos, el aroma a lavanda comenzó a desprenderse y el pequeño bufó algo molesto, su madre no olía a lavanda, ella tenía un aroma a chocolate con fresas, su madre seguramente había lavado la prenda con ese suavizante y dejó ese suéter en vez de uno que tuviera su aroma natural.
YoonGi se sentó recargándose en el respaldo de la silla y alejó aquella prenda, volteó al escuchar un sollozo, aunque todo el lugar estaba lleno de estos pero ese que escuchó era algo más suave, las orejas de su lobo aún no maduro, se levantaron y su nariz comenzó a moverse como un conejo, bajó la vista y vio como un niño estaba debajo de la mesa conteniendo su llanto, tenía abrazadas sus pequeñas piernas y su nariz estaba roja como sus mejillas, YoonGi vio que el niño no tenía ninguna prenda entre sus manos y los lugares cercanos estaban ocupados, ese pequeño no debía estar ahí.
—Shut, ¿Qué haces allí? —preguntó YoonGi con algo de dificultad, aún no le salía bien las palabras que tenía en su mente y eso le fastidiaba, el contrario levantó la vista y se limpió la carita.
—Mamá no ha podido dejarme, HyeHye vino pero ella no dejar ropa —explicó el pequeño entre lágrimas que escapaban a pesar de que el niño las trataba de controlar.
—¿Qué olor tiene tu mamá?
—Como el que tienes —dijo el pequeño aún debajo de la mesa, YoonGi deladeó la cabeza y frunció el entrecejo—, como el de ese suewer.
—Suéter —corrigió YoonGi y tomó la prenda para dársela al pequeño—, tómalo... Mamá se confundir y dejó este... Confundir... Confundió...
El contrario salió de su escondite y tomó entre sus brazos la prenda aspirando el aroma suave a lavanda, no era como el de su mamá que tenía un toque de margaritas como el de su hermana Hyelin pero era lo más parecido, su corazón comenzó a latir tranquilamente y una sonrisa se formó en su rostro mostrando unos lindos hoyuelos, YoonGi veía como el niño estaba feliz y también sonrió.
—Nombre... Jong Hocheok —se presentó el niño con una pequeña reverencia.
—YoonGi... Min YoonGi... Je lo diche bien —sonrió el pálido con una sonrisa en grande mostrando sus encías y creando pequeños pliegues en el contorno de sus ojos.
Una mujer de cabello obscuro y lacio entró al salón, desprendía un aroma como a campo de flores una combinación que tranquilizó a los niños, también se podía sentir un aroma demasiado leve de uva que pocos niños sonrieron pero que les hizo sonreír, la omega vestía con un overol y un mandil encima, tenía pequeños stickers de personajes de varias regiones de ahí, YoonGi detectó uno en particular, su favorito un oso negro con ojos raros y chapas rojas, el pálido sonrió ante el buen gusto de la maestra, la cual caminaba despacio y se paró frente a todos, ahí se pudo notar el abultado vientre de la mujer hermosa con lentes de armazón negro.
—Buenos días niños, yo seré su maestra a partir de ahora espero que nos llevemos bien y sean bienvenidos ya verán que la escuela será agradable y sus papis se sentirán orgullosos de sus cachorros —dijo la mujer con una gran sonrisa.
De pronto la omega sintió una patada de su pequeño bebé, era la primera vez que se movía, su felicidad aumento al sentir el aroma de uva que comenzó a desprender más, los niños comenzaron a sentir sueño y dejaban de sollozar para poder sentir más el aroma, YoonGi aspiró el aroma y detectó una más era muy tenue pero su lobo lo distinguió, un aroma a manzana verde, uva y manzana verde, ahora era la combinación de aromas favorito.

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